Terminator: Resistance es la esperanza de una saga importantísima de películas como lo es Terminator, para adentrarse de lleno al mundo de los videojuegos, pero que lamentablemente se queda corto en el intento. Este juego nos llega por parte de la desarrolladora Teyon, que es popular por habernos traído también otro juego basado en otra franquicia de acción, Rambo: The Video Game, que contó con una multitud de reseñas negativas.
Terminator: Resistance nos pone en los pantalones de Jacob Rivers, un soldado de la Resistencia de la humanidad contra Skynet, en su búsqueda de comandante luego de que su equipo fuera totalmente exterminado por Terminators.

Si bien la historia no es una maravilla, ni mucho menos es algo novedoso, puede llegar a ser bastante alucinante si se es fan de la saga Terminator, ¿quién no ha querido luchar por la salvación de la humanidad ante las temibles máquinas asesinas de Skynet?, y más aún bajo el mando de John Connor. Pero haciendo a un lado ese trasfondo y fanatismo, nos queda una historia casi vacía, llena de clichés y diálogos innecesarios, protagonizada por un personaje cuya falta de personalidad nos impide empatizar con él de la mejor forma.
Pero Jacob Rivers no es el mayor de los problemas de la historia, sino el resto de personajes que no aportan un valor argumental real o de peso a la trama. Personajes que están ahí porque sí, porque se necesitaba un personaje que cumpliera con su rol y por eso se encasilla solamente en él sin oportunidad de salir y desarrollarse. Tenemos el ejemplo del personaje de Colin, que cumple obligatoriamente con el rol de tipo rudo, interpretado por Doug Cockle totalmente desperdiciado en este personaje tan básico; o Jennifer, que desde que la vemos por primera vez sabemos que se convertirá en el interés amoroso de Jacob, gracias a su rostro perfectamente cuidado, totalmente fuera de lugar tratándose de un mundo postapocalíptico.

Terminator: Resistance tiene un serio problema con los diálogos, que parecen haber sido escritos apresuradamente o sin ánimos de contribuir a la historia ya de por sí bastante maltratada. A esto se le suman las actuaciones de voz desganadas y sin espíritu, haciendo importante énfasis en la pobre interpretación de Christopher Ragland, quien es nada menos que Jacob Rivers, nuestro protagonista.
Pero es momento de hablar de las mecánicas del juego, las cuales en Terminator: Resistance nos hacen llorar y reír al mismo tiempo. Para comenzar, tanto el combate, el sistema de recolección de suministros, la interfaz, las mecánicas de cerrajería, y muchas otras cosas más son un completo plagio de Fallout 4, podría decirse que estas mecánicas están solamente “inspiradas” en Fallout 4, pero es que tan claro y son tantas cosas, que no tiene otra palabra más que plagio. Quizás a la desarrolladora se le ocurrió que sería buena idea, pues ambos juegos se desarrollaron en mundos postapocalípticos, pero no puedes tomar conceptos tan propios como los de los juegos de Bethesda y venderlos en una IP separada y que representa a una saga como Terminator.

Existe también un enorme problema con los “diálogos de relleno”, aquellos que no llegan a ningún lado, pero que de cierta forma alimentan el argumento y hasta el desarrollo y evolución de algunos personajes, en Terminator: Resistance estos diálogos no tienen sabor, y el trasfondo de la historia de los demás personajes se siente tan forzado, que no resulta creíble y el jugador opta por no reproducir estas conversaciones. Pero lo peor son los diálogos ramificados, el juego nos da una falsa sensación de que nuestra selección de diálogo afectará de alguna forma el juego, y salvo algunas excepciones, esto es inexistente. Lo único que la selección de diálogos ofrece es ser amable o ser indiferente, para lograr que al personaje con el que hablamos “le agrade esto” o “le desagrade esto”, idéntico a Fallout 4.

El combate está bastante desequilibrado, nuestras armas causan un daño impresionante ante las máquinas más mortíferas, como las arañas acorazadas, pero ellos también causan gran daño en nosotros. Desafortunadamente, la IA de las máquinas no parece haber sido programada por Skynet, ya que nos perderán rápidamente de vista si nos agachamos o dejarán de perseguirnos si nos alejas un poco, a pesar de que estemos “marcados para exterminio”.
El sistema de crafteo, junto con el árbol de habilidades, resultan ser los elementos más llamativos en un juego en el que su narrativa debería estar sobre todo lo demás. Aunque tampoco hace falta craftear demasiado, pues con las armas básicas y las que obtenemos en la tienda son más que suficiente para dar rienda suelta a nuestros instintos más salvajes en contra de las máquinas de Skynet.
Entrar a hablar del juego gráficamente es terreno empedrado, literalmente, la textura del suelo de piedras es bastante paupérrima. Y en cuanto a todo lo demás, simplemente convengamos en que es mejorable. Incluyendo las animaciones de los personajes, porque al juzgar por como se mueven recuerdan a la escena final de la primera película de Terminator, con el T-800 moviéndose pobremente en stop motion. Y las cinemáticas no se quedan atrás, cuando todo está en tu contra, unas buenas cinemáticas pueden salvar la poca dignidad de tu juego, pero cuando hasta esto falla, tienes muy mala suerte.
Pero si este juego cumple con al menos una expectativa, es la invulnerabilidad del T-800, que a pesar de estar terriblemente animado y no tener ni una pizca de gracia, es indestructible (al menos con armamento convencional), y eso se agradece, que al menos tenemos presente que el T-800 es un enemigo formidable al que debemos temerle. Aunque hubiera preferido que fuera más inteligente, ya que los podemos hacer el tonto con relativa facilidad para despistarlos, algo raro tratándose de un robot asesino del futuro que se supone posee escáneres.

Puntos positivos:
- Como un juego de disparos en primera persona para matar el tiempo, está bien, y llega a ser entretenido.
- Mantiene el lore original de la primera película de Terminator.
- Llena sus huecos argumentales con un cómic en lugar de dejarlos vacíos.
- Varios finales.
- El T-800.
Puntos negativos:
- Se siente como un Fallout de bajo presupuesto, debido a sus múltiples mecánicas copiadas, pero mal aplicadas.
- No sabe ajustarse a su nivel de producción. Trata de ser algo que no es, ni puede ser.
- La historia puede mejorar mucho.
- Gráficamente, deja mucho que desear.
- Las interpretaciones de los actores de voz son lamentables.
- Personajes secundarios de relleno, totalmente desperdiciados.
- Selección de diálogo forzada e innecesaria, solo por parecerse más a Fallout.
- IA poco inteligente.
Conclusión:
Terminator: Resistance nos deja un mal sabor de boca, para los que esperábamos algo más de una historia sobre Terminator basada en el futuro tan terrible del que sabemos tan poco. Se debió apostar más por la originalidad en lugar de copiar elementos que funcionaron con anterioridad en otros juegos, pero porque supieron implementarlos. A Terminator: Resistance le queda muy grande el nombre “Terminator”.
Por lo pronto, en GameTag recomendamos quedarse con el Terminator de Arnold Schwarzenegger que aparece en Mortal Kombat 11.
