El más reciente título de la popular franquicia de Capcom, se dejó ver al fin en la octava generación, y de qué forma, Monster Hunter: World es un juego sin precedentes, que explota todas las mejores características de los juegos anteriores y además añade unas cuantas novedades impresionantes.

La aventura nos transporta a una nueva región conocida como el Nuevo Mundo, que jamás ha sido explorada con anterioridad. Hemos encontrado esta nueva zona tras una persecución con el Dragón Anciano, Zorah Magdaros, y ahora seré el deber de nuestra comisión de cazadores explorar la región y descubrir por qué Zorah Magdaros se dirigió hacia ella.
La historia principal cuenta con algunos giros argumentales inesperados, y además, algunos puntos fuertes de la narrativa traen consigo poderosas dudas existenciales acerca del por qué estamos aquí, no solo en el Nuevo Mundo, sino en general. Aunque los personajes tienen personalidades bien marcadas, incluso a menudo pecando de simples (recordemos que los personajes ni siquiera tienen nombres propios), podemos decir que muestran convicciones y metas, lo que nos hace poder sentir empatía y hasta encariñarnos con los personajes.
A pesar de que puede ser considerado repetitivo, por el hecho de que el juego consta básicamente de explorar-cinemática-cazar y así sucesivamente, la verdad es que el factor narrativo del juego dejan la caza relegada a segundo plano, gracias a los misterios que el Nuevo Mundo trae para que los jugadores resolvamos. Además de nuevas y feroces bestias a las que debemos enfrentarnos.

La personalización del juego alcanza niveles estratosféricos, permitiéndonos modificar la apariencia de nuestro cazador (rostro, cabello), así como su voz, aunque esto último sea meramente simbólico (solamente en los gritos y celebraciones) ya que nuestro personaje, como es tradición, es mudo.
El sistema de combate no dista mucho de los Monster Hunter anteriores, pero con algunas nuevas e interesantes mecánicas, como la disputa territorial de dos monstruos al encontrarse y el hecho de que ahora podemos ver cuánto daño generan nuestros golpes. Sin embargo, los monstruos siguen sin contar con una barra de salud, lo que mantiene intacta la esencia de la franquicia que tanto lo caracteriza: su dificultad.

Contamos con un inmenso arsenal, con distintos tipos de armas que podemos seleccionar, cada una con otras muchas variaciones. ¿Prefieres cuerpo a cuerpo o a distancia?, ¿espada, martillo, lanza? En Monster Hunter: World hay de todo y para todos los gustos. Cada tipo de arma se puede mejorar e ir adquiriendo elementos para hacer frente a un tipo particular de monstruo.
Nuestras armaduras también son variadas. Podemos elegir cinco partes intercambiables: cabeza, toros, brazos, piernas y cinturón. Cada una de estas partes cuenta con muchísimas opciones de piezas que podemos crear a partir de partes de monstruos y minerales. Cada pieza de armadura nos dotará con distintas habilidades que nos podrán en ventaja durante la caza.
Toda esta creación de piezas de armadura y armas conlleva un inmenso esfuerzo para la obtención de todos los materiales necesarios para su fabricación, lo que se traduce a cientos de horas de juego que Monster Hunter: World tiene para ofrecernos sin aburrirnos.

Cada escenario en el juego tiene vida propia y cuenta una historia, y lo mejor de todo es que somos capaces de explorarlo a nuestro antojo y desentrañar todos sus misterios. Desde el vivo y colorido Bosque Primigenio, hasta el lúgubre y sombrío Valle Putrefacto, todos los mapas sin únicos, y cuentan con su propia flora y fauna.
Y no solo solo hablamos de la campaña y las misiones secundarios. El juego se actualiza con misiones de evento que premian al jugador con materiales especiales o más experiencia al completarla. Un motivo más para siempre volver al mundo de Monster Hunter: World. Es importante destacar la pasión de los desarrolladores y el amor de Capcom que le tienen a este juego, al no permitirse dejarlo morir y mantener siempre contenta a la comunidad de jugadores, que sin duda agradecen el esfuerzo de la compañía.
Estas misiones de evento, también abarcan los crossovers con otras franquicias, que Capcom trata de conseguir frecuentemente para mantener el atractivo del juego. Y lo logra. Con estos eventos, los jugadores pueden conseguir skins que lo transforma en el personaje del juego con el que se tienen el crossover en cuestión, o conseguir armas de ese juego.

Uno de los factores más fuertes del juego, es su multijugador, simplemente maravilloso. Monster Hunter: World ofrece, por primera vez, jugar con cazadores de todas partes del mundo, que colaborarán contigo (hasta cuatro por partida) para completar exitosamente la cacería. Cuenta también, con una función de SOS, los jugadores pueden lanzar una bengala de auxilio para solicitar apoyo a cualquier jugador que esté conectado, y este pueda acceder a su partida.
Y no se acaba ahí. Sino que Capcom lanzó una expansión masiva de contenido para el juego en septiembre de 2019, llamada Iceborne, que trajo consigo dos nuevos mapas de nieve, monstruos nuevos y el regreso de monstruos ya conocidos. Además de que implementa nuevas mecánicas al juego, como la garra, que nos permite adherirnos a un monstruo para debilitar una de sus partes en específico; y las joyas, que son objetos que añadimos a nuestros armas y armaduras para potenciar todavía más nuestras habilidades, que, como ya dijimos, representan una gran ventaja contra cualquier tipo de monstruo.

Monster Hunter: World Iceborne es posiblemente uno de los mejores contenidos descargables por pago que han salido en los últimos años, y muy probablemente también, el mejor DLC en la historia de Capcom, mostrando a las demás compañías que las quejas son 0 cuando el contenido extra por el que se paga vale la pena y está hecho con el mismo esfuerzo que el juego base.

En conclusión, Monster Hunter: World ofrece la experiencia Monster Hunter más completa hasta el momento, gracias a todo el trabajo duro de Capcom y el apoyo que recibe de la comunidad de jugadores. Se puede jugar al Monster Hunter: World durante horas sin aburrirse.
Calificación final:
